Yo buscaba en el fondo del mar.
Entre la ropa colgada al sol y los rosales secos.
Pero tu aparecías tras los sueños del vino.
inmóvil de pie y descalza, sobre la madera húmeda y recién barrida.
Me preguntabas que prepararía al almuerzo,
yo solo conseguía escuchar lo que decían tus ojos.
Abría puertas y ventanas de par en par para que entraras,
Con la luz solar manando de tu vestido blanco,
calentando mis entrañas,
fulminando sombríos sueños paridos por mis días.
3 comentarios:
Que suerte tiene el hombre de poder soñar...dejar que la mente vuele por algunos instantes. Muy lindo poema, espero que te encuentres muy bien y saludos a Ariel jajaj que no sé nada de él..
Bonito poema en donde vuelves a sentir la luz de tu sol.
Me llama la atención que esté en pretérito imperfecto, amigo. Supongo que la creación poética se ve potenciada al ver la realidad a través de recuerdos o imágenes oníricas.
...nos vemos.
Mauricio, siempre hay algo interesante que comentar..a veces pienso que debería ampliar los temas, para que sea mas atractivo, pero estoy contenta ya que ahora tengo dos lectores jajaj..que estes muy bien...Saludos.
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