Voy por la vida
Atado de manos y pies
Una mordaza auto impuesta
Me silencia y me asfixio
La cobardía
Me provoca una fiebre terrible
Que me hace delirar con sombras malvadas
Que me arrancan de
una pesadilla solo para empujarte a la próxima
Ahora que sospecho el colapso del día
Se alargan las distancias Entre el amanecer
Y la parte de mí, que aburrido de esperarme en la playa
Va por el mar
enfurecido, Saltando de ola en ola
Sin apenas detenerse
en su ardiente carrera hasta alcanzar el sol.