martes, 3 de febrero de 2009

Despierta!


¡ Despierta !

No haz quemado ni una sola de tus naves
y en tu mano la flor se vuelve mustia
con el color de la cera en los ojos de los muertos.

Despierta y lanza esa carroña
que ya comienza a pudrirte las uñas.
Rompe esas vestiduras empapadas de alquitrán
lánzate sin armadura a la carga de los monstruos
gigantes e invisibles


Escala el fondo de los valles en el mar
y desciende a las cumbre nevadas.

Si la palabra fortuna no existiera
o nunca fuese pronunciada
siempre serás el diamante
parido por el vientre infinito del cosmos.

Mira tus piernas
como son fortalecidas con la carrera .

No te detengas ahora
en preguntarte hacia donde
solo sigue este sueño despierto
y trata de alcanzar al sol
antes que anochezca.

2 comentarios:

Ariel dijo...

Escapar, amigo, no sólo despertar y correr.

Cuando la pesada inamovilidad comienza a alcanzar nuestro corazón, lo que hay que hacer es escapar.

Porque la fortuna no es parte del azar, como muchos creen. La fortuna la forja uno mismo siguiendo nuestros sueños despiertos, en una travesía que no sólo fortalece nuestras piernas, sino que también nuestro espíritu.

Saludos.

Unknown dijo...

Hola. Recordé revisar tu blog al fin y al cabo, pero lamentablemente el contexto (ando con una posible bronwuitis a cuesta) no me permite dar un comentario con sentido.

Supongo que otro día hablaré específicamente sobre tus poemas.

53 114!!