jueves, 9 de octubre de 2008

Miles de Hojas
Ayer desenterramos a la mujer
cubierta por miles de hojas
su cuerpo incorrupto
frío marmol blanco
los cabellos como el oro de la mañana.

Yo soñé con ella
la noche anterior
de madrugada fui hasta el lugar exacto.
Cree una nueva senda entre la maleza.
y las flores despreciadas
Fue asi
en aquel momento
Cuando hundí el filo de mi pala
en la mortaja de hojas podridas,
llegaron los demás a la labor
cada uno arrojado desde su propia senda :
un banquero un mendigo
un policia un clerigo
un anciano con sombrero de papel
un soldado sin piernas se arrastraba
un muchacho hermoso de papel
instintivamente evitamos las palabras,
nadie oso mirar a los ojos.
ruleta de sal amenazaba
con lanzarnos fuera del escenario
al vacío de las animas


Y es que teníamos todo que perder,
Mas que el aliento y el correr de la sangre,
si es que en
realidad,
esto era mas
que un sueño.

1 comentario:

Ariel dijo...

Me gustó bastante este último poema. No puedo dejar de notar que al igual que en el poema anterior hablas de un sueño en el que la presencia femenina se convierte en un anhelo. Una mujer que representa nuestros deseos y que parece ser parte de un sueño comunitario en el que aparece menos inasible, pero donde curiosamente es más nuestra desesperación cuando imaginamos lo terrible que sería descubrir que se está despierto. Que esa mujer y toda su belleza, que representa lo que deseamos sea parte de un trágico final en donde el sueño no es sueño.
Tal vez la viglia eterna sea la mejor solución...