martes, 19 de febrero de 2008


Cuando pienso que estoy en medio




Te hablo de esa tristeza
grande para ser derrotada y rebajada
simplemente al agua
te hablo de esa que llego un atardecer cobalto
cuando me detuve y volteé a mirar
con todas las ganas de un balance de mediodía.

Sentado en la cima de un monte
entre desperdicios y cáscaras culebreras me vi sentado,
escarbé con las uñas y la carne
soportando estas ganas de la muerte

Al final del día
las piedras preciosas
no alcanzaron a llenar mi palma
ni para vencer a la noche que me caía encima.
ya sin luz perdieron el poco brillo que tenian
les crecieron patas
y abandonaron mi mano las cucarachas
para continuar alimentandose de mi basura.

3 comentarios:

Ariel dijo...

Cómo no sentir admiración por tí, amigo, cuando eres capaz de escribir de una manera que aún me es desconocida. Felicitaciones nuevamente por tus poemas, espero que seas más constante en su publicación en este blog.

Fedora dijo...

Que capacidad de transmitir tus emociones, me he maravillado del tristemente hermoso poema que has escrito y la imagen que has colocado es muy elocuente; la analogía que haces con los diamantes es muy real, ha sido un poema hermoso y capaz de llegar a los rincones, por favor, sigue brindándonos más de tus creaciones y de la transmisión de emociones.

Lauren dijo...

Cuando creía que eras el mejor en esto, me sorprendes...quisiera que fueras reconocido por la forma de conmover el alma.

un amigo consecuente...